San Juan de Gaztelugatxe
Doscientos cuarenta y uno son los escalones que separan el islote donde se encuentra la ermita de San Juan de Gaztelugatxe de la costa Vizcaína.
241 escalones imposibles de afrontar para aquellas personas con movilidad reducida que se lo plantearan. Ahora ya no.
Tendremos la sensación de adentrarnos en el mar cruzando la pasarela de arcos antes de comenzar a subir los escalones, y nos adentraremos en mil y una historias de pescadores y leyendas marinas, brujería y mitología vascas.
Y cuando lleguemos a la ermita, tocaremos la campana que según a leyenda si la tocas tres veces al mismo tiempo que pides un deseo, este se cumple.
Mar, viento, roca y magia. Gaztelugatxe o castillo de roca en euskera. Un lugar imprescindible para ver y sentir.
Selva de Oza
Dentro del parque natural de los valles occidentales, lugar inmejorable para realizar excursiones en familia, sencillas y asequibles.
Pero también desde aquí podemos hacer cumbres como el Castillo de Acher o llegar al ibón de Acherito, el lago de Stannes, o al valle de aguas tuertas donde nos adentraremos en un paisaje de alta montaña espectacular.
La sensación de montaña no se pierde en ningún momento desde que comenzaremos cualquiera de los recorridos que la Selva de Oza nos ofrece.
Montaña asequible y en familia para todos.
Tunel de San Adrian
Por este túnel tallado por la naturaleza, era por donde atravesaban pastores, nómadas, peregrinos, comerciantes y reyes, el cresterío rocoso que separa Alava de Guipuzcoa.
Se convertiría en los siglos XVI y XVII en una de las principales puertas de entrada a Guipúzcoa a través de una de las partes mas visitadas y bonitas (de hoy en día) del parque natural Aizkorri Aratz.
Solo mide unos 70 metros de largo pero alberga en su interior una ermita del mismo nombre y hasta él llega una calzada medieval que deja muy clara su importancia como vía de comunicación en el pasado.
Visita obligada para apreciar el trabajo de aquellos peregrinos y comerciantes que junto con sus carretas y ganado atravesaban de un lado a otro de esta linea rocosa.
Campas de Urbia
Las campas de Urbia son los prados de altura del ganado de la zona, y paraíso natural para excursionistas y montañeros.
Rodeadas por las montañas que dan nombre al parque natural donde se encuentran, Aizkorri Aratz, su color verde nos invitara a descansar observando las rocosas cimas cercanas.
Pero no solo disfrutaremos en las campas, ya que el camino hasta allí esta lleno de historia, de leyenda y de naturaleza.
Desde el Santuario de Arantzazu donde cuenta la leyenda que, a un pastor llamado Rodrigo de Balzategi se le apareció la Virgen sobre un espino y éste, asombrado, le preguntó: "Arantzan zu?" (¿Tú en un espino?). Durante los siguiente siglos los frailes franciscanos hicieron de Arantzazu un lugar de devoción y peregrinación, y un exponente del arte y la cultura.
Leyenda, cultura, belleza y montaña. Un pack imprescindible.
Parque natural de Urkiola
A los pies del Anboto, seguramente la cima mas característica y codiciada de Guipuzcoa. Este parque natural esta envuelto en la magia, el mito y la leyenda, ya que fue “Mari, la dama del Anboto” la que habitaba en sus cuevas junto a brujas y seres mitológicos.
EL santuario de Urkiola, y su fácil recorrido hasta las campas de Asuntza, collado de zabalandi. O algo mas exigente hasta la ermita de Santa Barbara.
Recorridos muy variados en dificultad técnica, pero todos ellos envueltos en lo que podemos asegurar que es el parque natural mas parecido a los Alpes o pirineos de Euskal Herria.
La pequeña Suiza vasca.
Parque natural de Urbasa
En Navarra encontramos la Sierra de Urbasa, una meseta elevada a 1000 metros de altura donde podemos encontrarnos casi de todos.
Desde campas donde poder descansar, cuevas, bosques infranqueables, y laberintos de roca donde la orientación es fundamental para no pasar un mal rato.
Pero si por algo es característica esta espectacular sierra, es por su magia y por los colores y bosque escondidos que podemos encontrarnos.
Sus prados y frondosos hayedos alternan en este espacio protegido de paisaje idílico, cuyo borde sur cae bruscamente sobre el Valle de las Améscoas formando el impresionante mirador natural del circo del nacedero del Urederra.
¿Buscas magia natural? Este es el sitio
Jardín Botánico de Santa Catalina
Excursión distinta y especial donde las haya.
El Jardín botánico de Santa Catalina rodea las ruinas del palacio-convento del mismo nombre y está situado a media ladera sudeste de la Sierra de Badaia, en Alava.
Este mágico lugar encierra las ruinas de un antiguo palacio, convento e iglesia, y los restos de antiguas terrazas de labor. En su interior se pueden admirar más de 1.000 especies de plantas procedentes de los cinco continentes y un reducto interesante de encinas carrascas, representativo del primitivo carrascal que ocupó en épocas anteriores toda la Sierra de Badaia.
Caminar por el Jardín Botánico de Santa Catalina ofrece la posibilidad de disfrutar de vistas como la del fondo del barranco, que se focaliza en las ruinas del convento, mientras que desde los puntos de más altura las vistas son más amplias pudiendo apreciar el barranco casi en su totalidad y la Llanada Alavesa.
Una excursión diferente pero sorprendente al lado de casa
Bosque de Gamueta
Si hay un lugar con encanto y que mantiene sus características estructurales prácticamente intactas ese es el bosque de Gamueta en el Parque Natural de los Valles Occidentales, que está situado en el extremo noroccidental del Pirineo aragonés. El bosque de Gamueta también está catalogado por la Unión Europea como Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA).
Considerado el mayor bosque de hayas y de abetos de todo el Pirineo aragonés. Se trata de uno de los últimos refugios para varias plantas y animales en peligro de extinción, y del mayor conjunto de árboles monumentales de Aragón. El hayedo de Gamueta es un paraje donde la intervención humana ha sido escasa, y donde nos adentraremos en un fantástico, único y singular bosque.
La magia de la naturaleza nos espera.
Valle salado de Añana
Considerado como uno de los conjuntos culturales, arquitectónicos, medioambientales, paisajísticos y arqueológicos más importantes del mundo.
Situado en (Álava-País Vasco), a 30 kilómetros de Vitoria-Gasteiz, este paisaje salino donde ser humano ha sabido aprovechar durante miles de años sus manantiales de agua salada para obtener sal, un producto esencial para la vida.
Recorriendo este valle entenderemos la cultura de los salineros, aprenderemos como se saca la sal y sus diferentes procesos.
La sal de Salinas de Añana está considerada una de las mejores y más puras sales del mundo. Así lo abalan las más de 22 estrellas Michelin que cuentan los prestigiosos cocineros que aquí tienen su suministro de sal y que utilizan en sus conocidos restaurantes.
Una visita que gracias a nuestras herramientas de guiado (barra direccional y silla Joelette) podemos hacer de forma íntegra por el recorrido original que habitualmente se hace a pie.
Si buscas una experiencia al alcance de cualquiera, pero hasta ahora imposible para las personas con movilidad reducida, llena de encanto e historia, esta es tu oportunidad.